Los partidos políticos, con reconocimiento constitucional, son instituciones de derecho público que se afirman como pilares esenciales del sistema democrático. Sin embargo, se acentúa el alejamiento entre estos y la ciudadanía que no ve representadas sus expectativas por organizaciones políticas sumergidas en dinámicas internas auto-referenciales desconectadas de los principales problemas políticos, socioeconómicos, y culturales que se viven en sociedades complejas con crecimiento constante de la pobreza, el desempleo, la precarización del empleo, la violencia y la exclusión social. Entonces se torna evidente el rechazo. Los datos que arrojan las encuestas de opinión sobre confianza en las instituciones oscilan entre un 95% y 98% de encuestados que ven con desconfianza a los partidos políticos.