Pocos sucesos históricos se presentan como cortes temporales tan claros y contundentes como el que sucedió a partir de la segunda mitad de la década del 70. En 1976, la dictadura militar que depuso a Isabel Perón, inició un proceso que modificó algunos elementos estructurales de la economía y la sociedad argentina que venían desarrollándose a partir de la mitad del siglo XX, en el marco de uno de los genocidios más importantes de la historia del país. Se trata como marca el sociólogo Daniel Ferenstein de un proceso de prácticas sociales genocidas. Según el autor, estas prácticas son “modalidades específicas de destrucción y reorganización de relaciones sociales.” (Fereinstein, 2007, 62).
Así nació una argentina que guardaba poca relación con la argentina del 60 y principio de los 70. Muchos de los elementos novedosos de estas décadas se vieron totalmente interrumpidos o llevados a posiciones marginales. Es en este contexto en que se enmarca el objetivo del presente trabajo: nos proponemos rastrear las representaciones de género masculinas que se impusieron dentro del cine de la época. Esta finalidad nos brindará una perspectiva poco explorada del período abordado, sin embargo antes de proseguir, es pertinente, aclarar algunas cuestiones de concepto y método.