En el presente trabajo analizaremos las características del trabajo de un programa de atención integral a chicos en situación de calle (en adelante, el Programa) que opera en un importante municipio del conurbano bonaerense (en adelante, municipio de La Cañada), centrando la atención en los propósitos que lo guían, los recursos de los que dispone y los problemas, tensiones y paradojas con los que se enfrenta en su práctica cotidiana. El material empírico que analizamos es el producto de una etnografía realizada entre los meses de marzo de 2008 y agosto de 2009 en el espacio del Programa. Los trabajadores que en él se desempeñaban nos concedieron amplios márgenes de libertad para realizar desde allí nuestras tareas de investigación. En la etapa más intensa, concurríamos dos días a la semana, alrededor de 6 horas cada día, lo que nos permitió conocer profundamente sus experiencias habituales. Al final de nuestro trabajo de campo contábamos con un registro de alrededor de 80 jornadas compartidas con los trabajadores del Programa y los niños sobre los que intervenían y algunas entrevistas en profundidad realizadas tanto con unos como con los otros. A este material se suma 40 legajos en los que los operadores registran sus intervenciones y algunos documentos institucionales. Entendemos que realizar una primera aproximación a los dilemas a los que se enfrentan quienes tienen por misión institucional restituir derechos a niñas, niños y adolescentes en situación de calle puede ser fructífero en tanto que esta población fue el objeto privilegiado de las prácticas de represión y encierro que, en nombre de la compasión y la asistencia, realizó el Estado bajo la Ley de Patronato. En este sentido, el sistema de protección integral tiene en este espacio de intervención el enorme desafío de desarrollar políticas públicas que logren, sin recurrir a estrategias coactivas, ser efectivas en el cumplimiento de sus objetivos de restaurar derechos a estos niños.