La reforma previsional implementada en Argentina en 1994 va a sostener que el objetivo central del nuevo sistema es garantizar el mayor rendimiento de los ahorros individuales y al mismo tiempo, posibilitar el crecimiento económico; en un círculo virtuoso ahorro-crecimiento-mejores salarios-mayores beneficios. Según Lo Vuolo y Goldberg (2002) “…. El principio fundamental del paradigma que vende a Nueva Ortodoxia Previsional (NOP) es que no debe utilizarse la política macroeconómica a los fines sociales y redistributivos.” Transcurridos ya once años desde la implementación de este nuevo sistema, el supuesto círculo virtuoso no sólo no se ha demostrado en la realidad, sino que por el contrario, el panorama hacia el futuro es absolutamente incierto. Un reciente estudio de la Secretaría de la Seguridad Social y la oficina OIT en Argentina, ha señalado para el período 2005-2050 no sólo una continua reducción de los beneficios en términos reales, sino también de la población con acceso a la cobertura previsional (Diario Clarín, Agosto 14 de 2005).