Las alternativas y características que fueron trazando los protagonistas de las guerras insurgentes en los últimos años han ido instalando la temática de la lucha urbana en un lugar central del análisis y la reflexión de los especialistas militares. En efecto, el espacio urbano se presenta como el escenario privilegiado de los enfrentamientos bélicos actuales, especialmente por las acciones militares impulsadas por el llamado “terrorismo”, término polisémico en la cual se engloba a fenómenos como la lucha revolucionaria clasista u otras formas de insurgencia. Independientemente de la denominación, hablamos de lo que clásicamente se llamó guerra irregular, que va copando el escenario de las conflagraciones más modernas. A partir de esta realidad, las fuerzas armadas regulares de los grandes países imperialistas se propusieron revisar muchos de los antecedentes de esta forma de lucha para comprender su lógica y buscar neutralizar tanto sus efectos como sus proyecciones, que no obstante la gran asimetría de fuerzas, ya que enfrentan destacamentos armados de escaso desarrollo que están muy lejos de constituir una fuerza regular de alguna envergadura, logran asestar duros golpes militares y, consecuentemente, políticos a fuerzas bélicas en principio muy superiores que, incluso, por su supremacía tecnológica suelen ser apreciadas como invencibles, imagen deliberadamente utilizada por ellas mismas. En esa revisión son analizados los procesos de enfrentamiento que se libraron en las últimas décadas en América Latina y el Caribe, mirada que incluye a los acontecimientos vividos en nuestro país.