A pesar de las críticas que se le hacen a la resocialización como justificación de la pena privativa de la libertad en la actualidad, consideramos que dicho discurso ocupa un lugar destacado en el discurso penitenciario.
En este trabajo buscamos plantear algunas líneas de interpretación que nos permitan recuperar cuál es el sentido de la resocialización en el discurso penitenciario en nuestros días. Más allá de si la resocialización es un ideal declamatorio, o refleja algo así como una “realidad”, lo que nos importa es la forma en que este discurso es parte de lo que construye a “la realidad carcelaria”, ya sea porque se supone mentiroso, falso e hipócrita, meramente retórico, ya sea porque se lo considere como una meta a la que se debe llegar.
Para profundizar sobre este aspecto es que analizamos un proyecto de reforma del tratamiento carcelario para las cárceles del Servicio Penitenciario Federal, que fue incorporado en el Plan Director de la Política Penitenciaria Nacional en el año 1995, se trata de la Metodología Pedagógica Socializadora, puesto que ahí podremos ver cómo desde cierto saber experto se proponen medidas que se suponen novedosas para mejorar el tratamiento carcelario y para lograr la resocialización de las personas presas bajo remozados criterios de eficacia y eficiencia.