En el presente trabajo se intenta explorar, recuperar e incorporar la cárcel como ámbito legítimo de investigación de prácticas sociales en la medida que se complejiza la “mirada” sobre las relaciones e interacciones que se producen o realizan en del interior de la misma como ámbito cerrado y de “movimientos calculados”.
Nuestra investigación se realiza en el Servicio Penitenciario de la Provincia de Catamarca y lo concebimos como: un espacio en donde se conjugan factores tales como las disposiciones reglamentarias y administrativas que organizan ese espacio y también la circulación y los intercambios entre los individuos.
Asimismo, los detenidos actúan, en general, desde distintos roles y se relacionan poniendo en juego una serie de significados, estrategias y habilidades tratando de alcanzar u obtener un mejor posicionamiento en las relaciones cotidianas y en la administración del espacio en el interior de aquella.
Otro aspecto importante lo constituye la valoración casi permanente que se hace de las “trayectorias” delictivas y como estas se constituyen en un elemento favorable al interjuego y las luchas por las posiciones de privilegio y control desde lo cual se estructuran relaciones, complicidades y enemistades.
Nos interesa, teniendo en cuanta ello, estudiar las formas que asumen las solidaridades y los procesos mediante los cuales se estructuran las prácticas carcelarias; también, demostrar cómo significados específicos y propios otorgados a las prácticas delictivas, tipos de delitos y trayectoria social, estructuran “conceptos”, formas de sentir y rangos que definen los vínculos.
A su vez estos son racionalizados y administrados como formas específicas de capital y otorgan a quienes lo poseen un importante recurso de autovaloración y también de consideración colectiva e institucional.