El debate acerca de las identidades debe ser situado en el marco de procesos y prácticas histórico -especificas que han perturbado el carácter “asentado” de las poblaciones y culturas. Dichos procesos y sus prácticas consecuentes los denominamos comúnmente como procesos de “globalización” de la esfera económica y mundialización de la cultura. La “Globalización ” puede ser entendida como una consecuencia del propio desenvolvimiento del campo económico que en su desarrollo “cuantitativo” y “cualitativo” ha puesto sobre el tapete nuevas exigencias, no factibles de satisfacción en las condiciones hasta entonces imperantes. Asume el rol protagónico un “Mercado Globalizado” de factores y servicios que circulan con libertad creciente por un espacio social continuamente desterritorializado con sus acciones. Dicho proceso es acompañado por una creciente mundialización de las pautas culturales, es decir, por un incremento de la “homogeneización” de las “pautas de comportamiento” y “valores sociales”. Los procesos de trasnacionalismo cultural efectuados por el desarrollo de las tecnologías comunicacionales - la electrónica y la telemática - impulsan nuevos procesos de “desterritorialización”, pérdida de esa relación que se creía natural entre una cultura y un territorio geográfico y socialdeterminados; y de “reterritorilización”, nuevas formas de producción simbólicas relativas y parciales. Las comunidades dejan de definirse ya con relación a un ámbito fisco específico - tal como había definido Weber a las comunidades políticas primitivas -.