Las reflexiones que ponemos a consideración son el producto de las dificultades con quenos enfrentamos en diferentes investigaciones, y los intentos de resolución que podrían tener. El abordaje del conflicto social presenta una serie de problemas de índole teóricos y metodológicos. Los teóricos rondan en torno a la definición misma de la unidad de análisis,de contornos siempre difusos y variables de acuerdo a las teorías desde las que se la construye. Los metodológicos, en alguno de cuyos aspectos nos concentraremos, aunque relacionados con los primeros, tienen su especificidad. Por otra parte, excluimos de estas consideraciones los estudios cualitativos, los que, por su naturaleza, no son generalizables. Nuestro interés se centra en los estudios sistemáticos, en los que la estadística resulta una herramienta irremplazable para el análisis. El primer escollo está dada, decíamos, por un límite teórico: qué se entiende por “conflicto social”, actividad de nuestro interés. Dada la vaguedad del enunciado (y la variabilidad teórica, que contempla distintos objetos), bajo esta etiqueta pueden analizarse fenómenos que difícilmente puedan parangonarse (conflictos laborales, étnicos, de clases, armados, etc.). En tal sentido, entendemos que los intereses del investigador estarán fuertemente influidos por su entorno histórico, razón por la que resulta de escaso interés realizar pretender un enunciado general del conflicto social.