El desafío que enfrenta la educación superior en la Argentina se inscribe en un contexto externo donde se ha producido el reacomodamiento de las fuerzas económicas, ideológicas y políticas, en un ambiente interno de profunda crisis. La universidad pública viene soportando intensas presiones que reclaman su adaptación a las nuevas demandas económicas, técnicas y administrativas, que exigen que esta institución exhiba resultados mensurables y, para muchos, comercializables. Es la intensificación de la lógica empresarial y comercial que va configurando nuevos discursos, y que intenta incorporarse también al ámbito de la universidad pública. Educación y eficiencia, educación y productividad se constituyen en nuevos referentes. En tanto, la educación/bien de consumo se organizaría y regularía según las reglas del mercado, y se convierte en un bien al que tienen acceso los individuos/consumidores. De tal suerte, lo que está en pugna no es una mera posición sino la conformación de nuevos referentes que se configuran en relación a la finalidad y función de la universidad pública, al tipo de individuos que se pretende formar, al tipo de saberes que se producirán. En este marco, creemos que revisar la relación universidad-estado y universidad-mercado y las actuales demandas que en función de ellos se registran, adquiere especial significación. La priorización de una visión eficientista de la educación superior, la aplicación de criterios economicistas y de gerenciamiento en el ámbito de la educación publica, así como la mercantilización de la educación superior, son algunos de los grandes dilemas para el debate. El presente trabajo intenta reflexionar sobre las problemáticas mencionadas, en tanto gran parte de las reformas que se vienen impulsando en esta área se orientan según criterios economicistas, privatizantes, característicos del perfil empresarial, globalizado. Por consiguiente, lo que está juego, entre otras cosas, es no sólo qué tipo de universidad pública queremos construir para el futuro sino, también, si nuestras universidades formarán estudiantes-consumidores o estudiantes-ciudadanos