La relación de las mujeres de petroleros con el mundo del trabajo -y en líneas más generales con la esfera pública y con la esfera privada- deberá ser indagada y analizada en su particularidad. Esto debido a que en épocas de boom económico suelen no desempeñarse en el mercado de trabajo formal, siendo el hombre petrolero el “jefe de hogar” y ellas quienes atienden a familias generalmente numerosas. Pero cuando la característica cíclica propia de la actividad marca momentos de crisis, esta situación cambia y será interesante ver qué ocurre entonces y qué estrategias emplean las mujeres. Porque como tal como sostiene González (2006), la informalidad y la flexibilidad laboral, así como la baja de salarios, ofrecen un panorama propicio para la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo. En este punto, nos preguntaremos si esa inserción favorece su “empoderamiento” o bien genera nuevas formas de marginación.