El 1 de noviembre de 2000 la sociedad marplatense asistió al nacimiento de un nuevo nucleamiento gremial que se arrogaba la representación de los vendedores ambulantes de flores de la ciudad de Mar del Plata, denominado Floristas Marplatenses Agremiados (FMA).
Hoy, tres años después de su fundación, este nucleamiento constituye aún el más reciente agrupamiento sindical en nuestra ciudad, y su desarrollo ha presentado ciertas peculiaridades: seis meses después de su fundación, sus integrantes decidieron su incorporación a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA); también ha experimentado un importante crecimiento triplicando el número de integrantes desde su fundación, y ha obtenido algunos “logros” entre los que se destaca que por primera vez en la ciudad de Mar del Plata, y por iniciativa del FMA, la Municipalidad de General Pueyrredón ha sancionado una ordenanza que reconoce, regula y establece los rasgos que asume la actividad de los floristas en la ciudad.
A lo largo de este trabajo, proponemos un recorrido por la historia del grupo de trabajadores que se embarcaron en la constitución del FMA, centrando nuestra mirada en el proceso de definición y constitución de esta identidad colectiva, y en el conjunto de dilemas vinculados a su relación con el mundo del trabajo, con sus representaciones sobre la política y sobre su experiencia como trabajadores pertenecientes a otras organizaciones sindicales, que estos trabajadores debieron enfrentar, en un contexto de una profunda crisis económica y política que afectara, y aún afecta, a Mar del Plata.