Esta ponencia presente una aproximación exploratoria a la noción de antagonismo en el campo de la teoría política contemporánea. El “principio esperanza” que nos motiva, para usar el giro blochiano, es la posibilidad de revisar, a partir de esta discusión, aspectos constitutivos de las teorías actuales sobre el conflicto social. Esta preocupación por la conflictividad no puede comprenderse si no se tiene en cuenta la premisa sobre la inherente conflictiva y nunca acabada disputa por el orden deseado y el lugar del conflicto como puesta en cuestión de los modos de ordenar la comunidad, es decir como vía de los procesos de cambio social. De allí la necesidad de avanzar en discusiones orientadas a replantear la(s) teoría(s) del conflicto y lo acotado de esta ponencia que atisba la posibilidad –potencialidades y limitaciones- de una teoría política contemporánea del conflicto social. Para ello analizaremos la noción de “antagonismo” como vehículo para pensar el conflicto y la producción de sujetos políticos desde una perspectiva contemporánea.
También esta ponencia nace como respuesta a una creencia muy extendida en algunos sectores de la academia sostiene que el pensamiento posmarxista (o posestructuralista) es una renuncia a pensar el conflicto social y que su posición teórica impide dar cuenta de la conformación de sujetos de clases o que niega la existencia de sujetos de clase. Este trabajo se propone derribar estos dos mitos y presentar los argumentos que desde una posición posfundacional permiten recuperar las dos problemáticas: la cuestión del conflicto social y la formación de sujetos de clases. Como consecuencia sostendremos que el posestructuralismo, o al menos un posestructuralismo posmarxista posfundacional, ofrece una teoría que permite conceptualizar los conflictos sociales, entre ellos, la lucha de clases de un modo que supera a otras teorías centradas en el conflicto.