El artículo formula preguntas en torno al ciclo “El arte en la calle”, desarrollado por la casa comercial Harrods de Buenos Aires entre las décadas de 1940 y 1970. Se interroga el potencial político-estético y epistémico movilizado por las vidrieras de artistas realizadas en el marco de este programa, a partir de un acercamiento a la experiencia de las imágenes como condensaciones de deseos y de ensoñaciones que participan en una trama cultural de época. Se reflexiona sobre las prácticas mostrativas puestas en juego en el dispositivo vidriera, trazando remisiones a otros modos epocales de dar a ver. Se concluye con una reflexión sobre la perspectiva metodológica trabajada.