El problema de la justicia transicional en el mundo constituye uno de los fenómenos de mayor importancia y aplicación en la actualidad en los Estados, en especial aquellas naciones donde existen conflictos armados o regímenes dictatoriales, que dejan un pasado marcado por el abuso y la violación masiva de los derechos humanos, la comisión de crímenes de guerra o infracciones al DIH, genocidios y delitos de lesa humanidad en contra de las víctimas que soportan tales efectos.
Los mencionados conflictos han generado hondas repercusiones sociales, políticas y jurídicas al interior de los países, por tanto, se trata de una figura que ha sido objeto de amplias discusiones y posturas teóricas, de reciente construcción y utilización en múltiples lugares del mundo por cuya su aplicación se ha logrado superar episodios de graves consecuencias y consolidar procesos de paz estable y sostenible, ha permitido la no repetición de las causas de estos fenómenos, al conocerse la verdad de lo ocurrido y la satisfacción de los derechos de las víctimas, contribuye a la recuperación de la memoria histórica y de la institucionalidad por los cambios producidos en los regímenes estatales y ha logrado, en la mayoría de los casos, proyectar un futuro que trata a profundidad el pasado y busca superar las causas del mismo, la justicia transicional es por naturaleza conocer, enfrentar, abordar y superar el pasado para proyectar un futuro de paz duradera.