En la década de 1990, circunstancias bastante fortuitas me llevaron a realizar un trabajo de campo en el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México. En el transcurso de la aplicación de entrevistas a los investigadores, llamó mi atención que uno tras otro se refirieran a la problemática astronómica local según lo que ésta había sido "antes" y lo que era "ahora" y de lo diferente que eran las cosas "aquí y allá". Respecto del primer binomio, casi todos subrayaban el tránsito de la astronomía mexicana de una situación anterior calificada como "antigua" a otra llamada "moderna". En cuanto al segundo binomio, tanto la problemática académica personal como la de la comunidad en general, era visualizada en torno a la oposición entre lo que acontecía en los grandes centros científicos mundiales y lo que sucedía en México. La forma en que la realidad astronómica era representada por el grupo me llevó a pensar que el estudio exhaustivo de este caso serviría para contribuir al conocimiento del proceso de modernización de la ciencia en México y de su integración a la comunidad internacional.