La presente ponencia tiene como punto de partida lo expresado por Reguillo (2000), cuando plantea la importancia de estudiar a los “incorporados”, refiriéndose a los jóvenes estudiantes universitarios, ella indica que la investigación acerca de este sector de la población, y quizás de otros, debe contar con lo cultural, en sus propios términos:
“Lo cultural tiene hoy un papel protagónico en todas las esferas de la vida. Puede aventurarse la afirmación de que se ha constituido en un espacio al que se han subordinado las demás esferas constitutivas de las identidades juveniles. Es en el ámbito de los significados, los bienes y los productos culturales donde el sujeto juvenil adquiere sus distintas especificidades y donde despliega su visibilidad como actor situado socialmente con esquemas de representación que configuran campos de acción diferenciados.”
Con base en lo anterior, el documento se refiere a las implicaciones de la cultura cuando se trata de indagar acerca de las prácticas sociales y políticas de los colectivos humanos, teniendo como base que ellos tienen relación directa con las condiciones históricas (políticas, sociales, económicas y culturales) en que se ejerce la vida en dichos colectivos. Estas vivencias se hayan referidas a las circunstancias de la vida cotidiana.
En razón de esto, las presentes reflexiones centran su interés en visibilizar la configuración de las prácticas políticas de los colectivos humanos miradas con el marco de sus expresiones culturales. Desde ahí se presentan algunas evidencias acerca de la aplicabilidad de la presente propuesta.