Podemos diferenciar cuatro tipos de intereses estratégicos de China en relación al continente africano. En primer lugar, destacamos el acceso a los recursos naturales, enfocados en el petróleo y en el gas. El gigante asiático es un gran demandante de recursos energéticos que necesita imperiosamente para mantener el continuo crecimiento. En este punto podemos mencionar a Angola, Sudán y Nigeria como los principales proveedores. En segundo lugar, las inversiones juegan un papel clave como interés estratégico, en el afán de expandir un gran mercado para los productos chinos exportados. En tercer lugar, consideramos la legitimidad política. Estas últimas décadas, el gobierno chino cree fervientemente que el fortalecimiento de relaciones con el conglomerado de países africanos puede aumentar su influencia internacional.