A partir de 1998, con la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia de la República de Venezuela, y posteriormente, de Luis Ignacio Lula da Silva en Brasil (2002), Nestor Kirchner en Argentina (2002), Tabaré Vázquez en Uruguay (2004), Evo Morales en Bolivia (2005), Daniel Ortega en Nicaragua (2006), Michelle Bachelet en Chile (2006) y Rafael Correa en Ecuador (2006), América Latina vivió un “cambio de época”. En sentido ideológico se habló de un giro a la izquierda basado en el socialismo del siglo XXI, el modelo de desarrollo impulsado se definió como posneoliberalista o neoestrucutralista y el estilo de hacer política como populista. Estos cambios, independiente de su intensidad –revolucionaria o reformista- tuvieron un correlato en el modelo de Estado, la definición de sus funciones, el fortalecimiento de sus capacidades y la reforma de sus estructuras.
Si bien la literatura concuerda en la centralidad atribuida al Estado en los procesos de reforma en la región (Stoessel, 2014: 8-9) el tema, en particular en lo relativo al Poder Ejecutivo, ha sido muy poco abordado. Los estudios existentes han concentrado su análisis en: la composición de los gabinetes, el modus operandi del centro del gobierno y las relaciones entre el Presidente, sus ministros y asesores (Bonvecchi y Scartascini, 2014). En tanto que, la estructura ha sido menos estudiada. Se evidencia un vacío respecto a la creación, desarrollo o tamaño de las organizaciones del Ejecutivo. Se conoce muy poco sobre las motivaciones detrás de las reorganizaciones gubernamentales o sobre el desarrollo y resultados de estos procesos (Polga y Trelles 2016: 68-71).
De otro lado, existen varios trabajos que mapean los cambios en las estructuras de las organizaciones públicas, realizados en el marco de la Nueva Gestión Pública, en países como: Noruega (Rolland y Roness, 2009, 2010, 2011), Irlanda (Hardiman, 2012, 2014), Hungría (Hajnal, 2012), Estonia (Sarapuu, 2012) y Lituania (Nakrošis and Budraitis, 2012). La ponencia que se presenta a continuación, contribuye a este cuerpo del conocimiento a través del análisis del caso de Ecuador, en el contexto del “giro a la izquierda” en América Latina.
En este marco, el objetivo es describir los cambios en la estructura de la Función ejecutiva ecuatoriana, durante el periodo 2007-2017, a través de dos estrategias: Primero, una propuesta de categorización de los cambios, como resultado del análisis documental de los textos normativos y con base en la Teoría Fundamentada. Segundo, la construcción de una base de datos que registre la totalidad de los cambios y que permita realizar distintos análisis exploratorios y descriptivos.