La ponencia discute a la investigación educativa como práctica lugarizada de producción de conocimiento y experiencia político/pedagógica. A partir de una investigación recién concluida con jóvenes, profesores y campesinos de una comunidad rural del sur de Estado de México que se puso hacer escuela para que sus muchachos y muchachas tuvieran acceso a la educación secundaria, coloco la mirada en dos dimensiones entrecruzadas en el acto de investigar: la epistémico/metodológica y la político/pedagógica, que descolocan a la investigación educativa como proceso unidireccional y reflejo objetivo de la realidad de los otros, para situarla en el ámbito de la práctica comunitaria misma y de la investigación como un proceso co-reflexivo de quien investiga y de aquellos y aquellas con quienes lo hace; por supuesto dicho proceso implica quiebres, desaciertos, incertidumbres, que van desplazándonos hacia una comprensión política y subjetiva que apertura espacios de alteridad, visibiliza formas de poder, de agencialidad comunitaria y memoria, sacudiéndonos de los lugares comunes, provocándonos en una travesía de formación y práctica de producción social del conocimiento.