En las últimas dos décadas los estudios sobre la incidencia de la sociedad civil en políticas públicas en México apuntan hacia la profundización de los procesos de democratización y cambios políticos registrados en el ámbito de lo público no estatal. La incidencia política refiere a los esfuerzos de la ciudadanía organizada desde la sociedad civil para influir en la toma de decisiones, así como para promover cambios en las personas que tienen poder de decisión en asuntos de importancia para un grupo en particular o para la sociedad general (González & Villar, 2005, 2004, Leiras, 2007; González, 2011, 2016, González, 2003, 2004; Acuña, 2007; McKinley, 2002), Pliego, 2000). Las estrategias de incidencia pueden incluir actividades realizadas en redes de organizaciones, así como mediante los medios de comunicación para formar opinión pública, generar cabildeo con actores claves involucrados y comunicar temas con líderes de opinión, investigación, formación de coaliciones y alianzas, entre muchas otras actividades generadas en el espacio público (Miller, 2013: 1-2, Cobb, Ross, Ross, 1976).