La enseñanza de las ciencias llamadas exactas, tiene que ser concebida ligada a un contexto determinado, con un necesario enfoque interdisciplinario que permita abarcar todas las dimensiones que conforman el entorno de los individuos. Este enfoque acerca dos campos epistémicos: el de las ciencias exactas y el de las ciencias sociales. El proceso de enseñanza aprendizaje de estas ciencias ha representado en México y el mundo un enorme desafío, particularmente lo que respecta a la ciencia química, toda vez que requiere que el profesorado guíe al estudiantado el viaje de lo abstracto a lo concreto y de lo concreto a lo abstracto, para poder construir aprendizaje significativo. Es indispensable hacer hincapié en las relaciones entre la ciencia, la vida cotidiana y los aspectos sociales con la finalidad de formar no solamente jóvenes aptos para afrontar los retos propios de la disciplina, sino ciudadanos/as capaces de tomar decisiones fundamentadas en cuestiones científicas. Es una concepción de las ciencias como construcción humana.