En los últimos años se ha hablado mucho acerca de la comunicación desde la perspectiva de género, y desde hace muy poco desde la perspectiva de inclusión. La pregunta en este sentido es si la comunicación puede promover la igualdad. A esto se lo conoce como comunicación inclusiva y es aquella que busca, tanto en la comunicación verbal y no verbal que el lenguaje sea un motor de la igualdad y aporte a la visibilidad de las minorías en el ámbito empresarial (Sanabria, 2015). Adicionalmente, está el hecho de que los mensajes que transmiten los departamentos de comunicación institucional, no necesariamente llegan de forma eficaz a todas las personas que puedan requerir información (ESAN, 2016). Se evidencia entonces la necesidad de abordar el tema de comunicación inclusiva a nivel institucional, para que se generen los mecanismos adecuados para que ésta se presente en los formatos requeridos por personas con distintos tipos de discapacidad, pero que además el mensaje además de pertinente considere la diversidad de este público y por lo tanto dignifique su condición (ESAN, 2016).