En las últimas décadas los debates en torno a la metodología de investigación en Ciencias Sociales han incorporado reiterativamente el concepto de integración para hacer referencia la necesidad cada vez más evidente de salvar la tensión bipolar cuantitativo - cualitativo, puesto que la realidad de la práctica investigativa expone a los investigadores al uso de ambos enfoques en distintas proporciones. Se ha hablado de metodologías mixtas, con diseños de herramientas e instrumentos de ambos cortes, haciendo uso de lo cuantitativo y lo cualitativo para dar cuenta de un mismo fenómeno en una investigación; lo que también se ha entendido como triangulación. Este uso de uno y otro enfoque simultáneo ha desembocado en investigaciones que siguen estando posicionadas en uno de los dos cortes aún cuando se eche mano del otro para soportar los hallazgos, quedando la palabra integración reducida al mero uso del otro corte para validar lo dicho desde el corte predominante. Pero ¿es esto una integración? ¿Qué se entiende por integración?, más aún ¿es la integración una realidad en la práctica investigativa hoy? Esta ponencia busca dar respuesta a éstas y otras preguntas relacionadas en aras de plantar posición sobre la integración como vía de comprensión de lo social.