En la Universidad, las tensiones entre las funciones de investigación y las de docencia son constitutivas y se manifiestan de manera explícita en la enseñanza y en el aula. La creación de conocimientos propia de la investigación se enfrenta en tensión a la transmisión y utilización del conocimiento para producir procesos de formación, propios de la enseñanza (Da Cunha, 1997). Es sabido que se pueden producir rupturas o puntos de vistas encontrados entre las actividades de investigación y de docencia porque ambas funcionan con lógicas diferentes. Ambas comparten el trabajo con un mismo elemento: el conocimiento, pero asumen formas diferentes de operar con el mismo, que pueden provocar su divorcio (Achilli, 2000). Por eso, analizar como se intenta resolver el aprendizaje de un conocimiento teórico y un tipo de práctica profesional como lo es la investigación, resulta de interés para este trabajo.