El problema que abordaré demanda la aclaración inicial de algunos supuestos críticos desde los cuales parto: hay una realidad social cuya existencia independe de que sea pensada, imaginada o evaluada, su conocimiento empírico es posible e importante y en la investigación científica siempre tratamos de superar, de la manera que consideramos mejor entre las posibles, la complicada relación referencial de los conceptos con lo observable. Muchos autores en la actualidad hacen aclaraciones de este tenor antes de explayarse sobre cuestiones metodológicas y supongo que es así, como es mi caso, porque este posicionamiento intenta dejar en suspenso, sin considerarlas irrelevantes, discusiones epistemológicas que pueden ser retomadas en contextos a ellas asignados. Si acordamos en la estrategia que propongo, aún cuando no lo hagamos en los supuestos, podemos avanzar sin someternos una vez más –o, por esta vez- a la discusión de fundamentos.