En términos muy generales, la investigación social que trabaja sobre temas vinculados con la pobreza y, de este modo, con los sujetos que viven en ella, se encuentra frente a un doble desafío: uno que podría llamarse intelectual/académico y que refiere a la posibilidad de contribuir en la acumulación de conocimiento que posee una determinada sociedad. El otro, refiere a la posibilidad de brindar herramientas teóricas y prácticas concretas y sustentadas científicamente para la implementación de políticas sociales que estén destinadas a mejorar las condiciones de vida de las personas que viven cotidianamente en la pobreza. Tanto el abordaje cuantitativo como el cualitativo aportan valiosa información para conocer la pobreza y pensar en sus posibles soluciones. El trabajo cuantitativo permite tomar conocimiento de la magnitud de la misma, establecer relaciones entre ciertas variables poblacionales para entender cuáles son las personas más afectadas, y de qué manera impactan las políticas económicas en cada sector de la sociedad.