In Spanish
En el ámbito universitario, escribir supone no solo poder comunicar un conocimiento o saber, sino también hacerlo a través de un “modo de decir” inserto en una determinada tradición discursiva, como es la académica y -en nuestro caso específico- la de las humanidades. Desde esta perspectiva, un taller de escritura académica se concibe como un trayecto favorable para que los estudiantes, desde la reflexión y el análisis de sus procesos de escritura y lectura, elaboren estrategias que los conviertan en lectores y productores eficaces de los distintos géneros exigidos para su crecimiento profesional. Partimos de la premisa de que es necesario sustraer la escritura académica de la “burocracia académica” –regulada por normas discursivas y retóricas, la rigidez de un discurso especializado y altamente formalizado, los sistemas de referencias bibliográficos y la pretendida, aunque discutible, “objetividad”- e insertarla en el espacio más flexible de la escritura creativa. En tal sentido, a diferencia de otros géneros -rigurosos, formales y “científicos” desde los modos de enunciación-, el ensayo, en tanto práctica letrada basada en la argumentación, posibilita una escritura razonada que permite apropiarse de categorías teóricas disciplinares, incluir fuentes y textos críticos, sistematizar lecturas, adquirir herramientas para la planificación de la escritura, distinguir y utilizar adecuadamente las dimensiones lingüístico-textuales del género, pero también acrecentar el conocimiento a partir de los modos de pensar, argumentar, presentar evidencia y desarrollar la capacidad crítica.
In English
In the university level, writing implies not only being able to communicate knowledge or know, but also to do so through a “way of saying” inserted in a certain discursive tradition, such as the academic one and –in our specific case– that of the humanities. From this perspective, an academic writing workshop is conceived as a favourable path for students, from the reflection and analysis of their writing and reading processes, to elaborate strategies that turn them into effective readers and producers of the different genres required for their professional growth. We start from the premise that it is necessary to subtract academic writing from the “academic bureaucracy” –regulated by discursive and rhetorical norms, the rigidity of a specialized and highly formalized discourse, bibliographic reference systems and the pretended, although debatable, “objectivity”– and insert it into the more flexible space of creative writing. In this sense, unlike other genres, rigorous, formal and “scientific” from the modes of enunciation, the essay, as a literate practice based on argumentation, makes possible a reasoned writing that allows to appropriate disciplinary theoretical categories, include sources and critical texts, systematize readings, acquire tools for writing planning, distinguish and adequately use the linguistic-textual dimensions of the genre, but also increase knowledge from the ways of thinking, arguing and presenting evidence and develop critical capacity.