El reto de los centros turísticos maduros litorales se basa en su capacidad de respuesta para dar satisfacción a estas nuevas tendencias de la demanda. El diagnóstico sobre estos centros turísticos tradicionales nos muestra la existencia de una planta turística obsoleta en función de su falta de adecuación a las nuevas demandas turísticas así como por el hecho de no haber desarrollado nuevos productos turísticos para dar satisfacción a las mismas. Por lo tanto se impone la necesidad de diseñar estrategias sistemáticas, apoyadas en la planificación turística, para poder ofrecer a través de nuevos modelos turísticos nuevas alternativas que al mismo tiempo que respondan a la demanda se adapten en el marco de un desarrollo turístico sostenible, en el que debe prevalecer un equilibrio entre la capacidad de carga y el diseño urbanístico integrado en el paisaje y en la escala intermedia del territorio.