Alrededor de la cuarta parte de la región pampeana está ocupada por la cuenca del río Salado y a sus sucesivas inundaciones se le imputa buena parte de su relativo atraso económico. La región ha tenido, y aun hoy sigue teniendo en gran medida, una orientación económica volcada a la ganadería extensiva de cría desarrollada a menudo sobre pasturas no demasiado productivas. La ausencia de un ordenamiento hidrológico eficiente responde tanto a limitantes técnicas (originalidad y complejidad del sistema, elevado costo de la infraestructura necesaria, complejidad del manejo, deficiencias en la información estadística disponible, etc.) como a características sociológicas vinculadas a su estructura agraria. Este último aspecto suele ser recurrentemente invocado en la bibliografía sobre la región y se relacionaría con una orientación económica fundamentalmente orientada antes a la extracción de la renta natural que a la producción de ganancia capitalista; dicha orientación habría llevado a la frustración de las obras necesarias. No obstante el argumento queda siempre como un aserto autoevidente sin que se muestre quiénes y cómo permitieron que, de hecho, la región siga conociendo en el siglo XXI parecidos impactos ambientales a los que ya la afectaban en el siglo XIX. Este trabajo se propone justamente dar cuenta de las condiciones históricas que llevaron a esa forma de encarar la gestión de los recursos hídricos en este particular sector de la región pampeana y a comenzar a plantear los términos que probablemente ayuden a entender el particular comportamiento de los sectores sociales locales económicamente dominantes.