La presente propuesta tiene por objetivo analizar la incidencia que tiene, en la producción frutihortícola del partido de General Pueyrredon, la incorporación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y la implementación de certificaciones que avalan las demandas actuales ligadas a la calidad de estos productos. Se indaga acerca de las características de los agentes agrarios que han incorporado estas prácticas de diferenciación, se propone conocer sus motivaciones y examinar los alcances de las instituciones y regulaciones locales y extralocales en estos procesos, así como analizar si estos dispositivos pueden constituir una herramienta de inclusión y oportunidad de insertarse en nuevos y exigentes mercados o una forma de concentrar el grupo de oferentes, configurando un mecanismo de exclusión. Los resultados preliminares muestran escasas modalidades de diferenciación en cuanto a BPA en la frutihorticultura, asociadas a protocolos y certificaciones, implementadas solo por productores empresariales que participan en la comercialización externa o son proveedores de alguna cadena de supermercados. Además, se observa la incorporación de parámetros de calidad generados localmente por actores tales como asociaciones de productores e instituciones técnicas. Estos procesos recientes vinculados a la introducción del concepto de calidad y su puesta en práctica implican tensiones y transformaciones en las relaciones socio-productivas, acentuadas por la obligatoriedad de aplicar BPA en el sector, a partir de los años 2020 y 2021. Se adopta una estrategia metodológica fundamentalmente cualitativa, con entrevistas semiestructuradas a distintos informantes calificados. Se complementa con el análisis de documentos bibliográficos, normativas sobre BPA, informes de certificadoras, así como otras fuentes de información relevantes.