La presencia de vegetación ayuda a mejorar las condiciones de vida física, psíquica y estética de la población. Entre sus funciones se mencionan: la reducción de ruidos, la conservación de agua y energía, la protección y consolidación del suelo, la atenuación de las erosiones eólica e hídrica, entre otros. La incidencia de la vegetación sobre el clima se manifiesta en diversas escalas, principalmente en la microclimática. Entre las variables microclimáticas, la temperatura y la humedad relativa del aire son las que ejercen mayor influencia (Martini et al., 2018). Las áreas verdes urbanas son fundamentales en la regulación del microclima ya que mejoran la calidad del aire, reducen la evaporización y proporcionan sombra (Adams y Smith, 2014). Por ello el objetivo del trabajo fue analizar la influencia del arbolado en el microclima urbano en Bahía Blanca.