El concepto de región ha sido criticado desde distintas vertientes de la Geografía académica por su impronta descriptiva y poco explicativa. Sin embargo, nunca desapareció de la enseñanza de la Geografía escolar. Recientemente, la revisión del concepto ofrece una gran potencia para trabajar en el abordaje de temáticas actuales y promueve un cambio en la forma de enseñarlo. En este sentido, las propuestas de regionalización a partir de diversos criterios permiten tanto la profundización en el estudio de problemas socio-económicos y ambientales, como la comparación entre diferentes recortes espaciales probables, teniendo en cuenta sus posibilidades y limitaciones. Por otra parte, el mentado carácter de indeterminación escalar que presenta la región, puede constituirse en una fecundidad del concepto, en tanto permite la aplicación a distintos fenómenos y procesos, así como la combinación de distintos tipos de análisis: tanto los referidos a la regionalización como estrategia de investigación y marco de aplicación de políticas de planificación y gestión territorial, por un lado, como los orientados al espacio percibido y vivido, con su consecuente identificación social y comunitaria. En este último caso, también resulta fructífero el aporte del concepto y la teoría del lugar, con su carga de subjetividad y análisis de la interacción social cotidiana. En este sentido, la propuesta de abordajes interescalares permite superar la discusión acerca de si la Geografía Regional debería sustituir a una Geografía General. Es por eso que proponemos reflexionar sobre la región, el lugar y sus potencialidades como categorías de análisis y contenidos a ser enseñados.