El Parque Industrial Pilar (PIP) sufrió a partir de 1991 una notable aceleración, tanto de la venta de lotes, como de la radicación de plantas industriales. El PIP fue fundado en 1973 y aunque durante los primeros años de actividad se realizaron ventas de grandes lotes a empresas nacionales y multinacionales de primera línea, en el transcurso de la década del ochenta esta tendencia se revirtió y las ventas y radicaciones descendieron drásticamente, llegando a 1990, después de 17 años de actividad, con una población de 60 plantas instaladas en un parque industrial con capacidad para 180 empresas aproximadamente, mientras que a fines de 1999, sólo resta por comercializar el 4% de la superficie y existen 117 plantas en actividad y 24 en construcción. Las empresas nacionales constituyen el 60% del total del PIP, mientras que el 40% restante se lo reparten empresas extranjeras o joint venture con empresas locales. La facturación anual del conjunto de las empresas radicadas oscila entre los 2.000 y 3.000 millones de pesos.
Es el objetivo de esta investigación, poner en manifiesto los elementos que están permitiendo el éxito de dicha aglomeración industrial, primera de Latinoamérica en su categoría, en un contexto de escasa actividad y difusión de los parques industriales argentinos en particular y de la actividad industrial en general, y que a partir de dicho éxito, se observa un nuevo impulso, que estimula el interés de varios municipios de la RMBA por impulsar sus propios proyectos de parques industriales.