La inscripción a la Lista del Patrimonio Mundial puede provocar un aumento de visitantes, pero esto no necesariamente se traduce en una mejora de las condiciones y estado de conservación de los sitios y de la calidad de vida de las comunidades relacionadas. En este contexto, resulta necesario identificar los desafíos para un turismo sostenible así como determinar y evaluar cómo prever los impactos que tal inscripción puede causar sobre los sitios.