Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son parte sustancial para el efectivo funcionamiento y desarrollo de un país. Estas empresas cuentan con un conjunto de fortalezas y debilidades directamente relacionadas al tamaño y a su capacidad de adaptarse a contextos económicos cambiantes. Entre las preocupaciones más frecuentes se pueden mencionar: los aumentos de costos salariales, retrasos en la cadena de pagos, temor a una caída de las ventas y la dificultad para financiarse.
En este último punto, el principal obstáculo es la presencia de asimetrías de información en los mercados financieros, derivando en problemas de riesgo moral y selección adversa. Además, se agrega: el racionamiento del crédito, la tendencia a la concentración de este hacia las grandes empresas, el requerimiento de garantías, y tasas de interés superiores a las que se enfrentan las empresas de mayor tamaño.
Frente a esta problemática, el Mercado de Capitales se presenta, cada vez más, como una interesante opción para que Pymes puedan obtener financiamiento, ofreciendo diferentes herramientas. Para requerimientos de corto plazo una opción es el descuento de cheques de pago diferido; en tanto que, para el largo plazo, están los instrumentos de renta fija y las obligaciones negociables. Las obligaciones negociables son títulos de deuda que pueden ser emitidos por empresas en mercados de capitales.