En esta presentación quisiera hacer una descripción de la actividad del Centro de Administración de Derechos Reprográficos (CADRA) desde la óptica de un bibliotecario, y explicar por qué no sólo me parece que el modelo que propone CADRA es nocivo para la difusión y producción de conocimiento (que es uno de los objetivos básicos del derecho de autor) sino que además considero que es ineficiente para cumplir con los objetivos expresos que la animan, puesto que no ofrece beneficios visibles a autores y editores. Puestos a examinar el conflicto que CADRA nos presenta, entonces, me parece interesante analizar tres elementos: qué es concretamente lo que está en juego, quienes son los actores de ese juego y que actividades están desarrollando.