En este trabajo vamos a compartir algunas ideas sobre los diversos escenarios en que se desarrollan prácticas de lectura literaria con niños y jóvenes.
En general tendemos a pensar en la Escuela, es decir: el sistema de educación formal, como el único espacio social en que se realizan prácticas de lectura y, en consecuencia, ceñimos la reflexión acerca de las prácticas a esa dinámica institucional. Esta representación tiene su base en el hecho de que la escuela es un espacio privilegiado por nuestra sociedad para la transmisión de la cultura letrada y gran parte de la población sigue encontrando allí la oportunidad de vincularse con ella. Pero sabiendo que la literatura es un objeto cultural complejo que circula por carriles sociales que, las más de las veces, escapan a la institucionalización de las prácticas, creemos que resulta interesante para quienes trabajamos como mediadores en prácticas de lectura y escritura pensar en otros escenarios posibles y las problemáticas que conllevan, como un modo más de indagar las prácticas que desarrollamos a diario.