Actualmente, en muchos países la educación física genera una profusión de preguntas. La reciente explosión de las prácticas corporales de esparcimiento y el aumento de la necesidad de educación física en la escuela le ha dado una nueva dimensión.
La irrupción del deporte y de las actividades corporales en la economía provocaron cuestiones que movilizan las energías de un país. Nos interrogamos acerca de las actividades físicas, de los procesos que desencadenan, de la influencia tanto individual como social y de las desventajas y ventajas que pueden producir.
En la mayor parte de los países, en Francia y en Argentina, una fase crítica promueve la toma de conciencia de los aspectos arcaicos de la educación física, de sus fundamentaciones teóricas. Tanto en la práctica como en la teoría ésta sufre profundos cambios. Estamos asistiendo a una verdadera mutación en el sentido de un cambio genético: la educación física está en crisis.
Esta crisis se desarrolla en distintos planos a la vez: a) en el plano de las técnicas que se transforman a nuestra vista; b) en el plano de los cambios de intervención que siguen siendo manifiestamente heterogéneos; c) en el plano, también heterogéneo, de la formación de futuros docentes y por último d), en el plano de la investigación que está en pleno titubeo.