El 3 de Febrero de 1852, es sin duda una fecha de singular importancia en el proceso que conducirá a la conformación de la Argentina como Estado Nacional, proceso en el que la provincia de Buenos Aires tendrá un papel esencial, pese a que se negará a ceder su autonomía al menos por una década más. El fin del régimen rosista no se tradujo en lo inmediato en la unidad de las provincias que conformaban la Confederación, fundamentalmente cuando en septiembre Buenos Aires se opone al Acuerdo de San Nicolás produciendo su secesión. La disputa por los recursos y el reconocimiento externo fueron el botín más preciado de este conflicto. Las batallas de Cepeda en 1859 y la de Pavón en 1861, son dos puntos de inflexión en la historia de esta interminable puja entre el estado de Buenos Aires y la Confederación, mientras se suceden presidentes, gobernadores y por supuesto Jefes de Policía. Finalmente entre 1862 y 1880, las presidencias de Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento y Nicolás Avellaneda consolidarán el proceso de la organización nacional, aunque no exentos de conflictos externos, la guerra de la Triple Alianza, e internos, como los alzamientos de los caudillos del interior, Varela y Peñaloza.