En el presente trabajo abordaremos los desarrollos que Heidegger realiza sobre el estatuto de la corporeidad, en el marco de sus elaboraciones posteriores a 1930. En efecto, la tematización del cuerpo en su aspecto físico, es decir, en su dimensión óntica, se presenta secundaria para sus análisis, en relación a los aspectos complejos e interrelacionados implícitamente en la significación del Dasein. En este contexto, distinguiremos las continuidades que mantiene con dicha comprensión de sus primeros trabajos, así como también los nuevos énfasis propuestos.
En especial, abordaremos algunas discusiones que Heidegger mantuvo con psicólogos y psicoanalistas en Zollikon, durante la década de 1960, para poner de relieve el carácter necesariamente primario de estas elucidaciones, al momento de considerar cuestiones relativas a la salud, el conocimiento y la ciencia en general. Nuestro objetivo consiste en dar cuenta de las intuiciones y comprensiones que suponen estas tematizaciones y su relevancia en vistas a discusiones y debates contemporáneos en torno a la corporeidad, las relaciones con los otros y con el sí-mismo.