La computadora y las redes informáticas han modificado nuestros modos de acceder y procesar información, inaugurando formas peculiares de comunicación e intercambio. La incorporación de estos recursos a la vida cotidiana se produce con gran celeridad, aun ritmo vertiginoso. Vivimos en un contexto cada vez más informatizado. Los niños evidencian facilidad para utilizar la computadora, como si fuera una "conducta natural". Esto contrasta con el modo de aproximación de algunos adultos, para los que la presencia de la computadora llega a ser irritante o amenazadora. La computadora puede concebirse como un dispositivo amplificador de las facultades del hombre, una extensión de la mente humana (Bruner, 1980). Como en el caso de otras herramientas, los usuarios; difieren en el grado de aprovechamiento de sus potencialidades. El manejo eficaz de los recursos informáticos combina conocimientos, habilidades y disposiciones.