Podemos decir que el debate acerca del papel de la investigación académica en su relación con la producción, con el sistema productivo de una sociedad, es un debate recurrente, con flujos y reflujos, pero que actualmente parece adquirir un cariz de urgencia como consecuencia de estos dos o tres conceptos que han venido a transformar el panorama productivo y la viabilidad de los países: globalización competitividad internacional, nuevas tecnologías.