Este escrito se propone profundizar los aspectos introducidos a partir de una serie de aproximaciones al trabajo asalariado de las mujeres en el sector comercial, con particular interés en las tareas de venta minorista. A partir de las tres fuentes mencionadas se abordará el perfil laboral de las vendedoras teniendo en cuenta las tareas realizadas, las habilidades requeridas, las jerarquías laborales y salariales, así como también las representaciones sociales asignadas a ellas.
Las vendedoras integraron junto con dactilógrafas, telefonistas, maestras, enfermeras, obreras, costureras y domésticas, el conjunto de trabajadoras que se desempeñó en un mercado laboral en expansión gracias a una combinación de vertiginosos cambios modernizadores. Si bien las mujeres se habían desempeñado en tareas comerciales –y de manera más general, en tareas asalariadas- desde la época colonial, en el período que va de 1910 a 1940, las vendedoras se destacaron por ser una de las ocupaciones “modernas”, es decir, que habían surgido al calor de los cambios modernizadores que afectaron a la sociedad argentina desde fines del siglo XIX. De manera paradójica, parte de su modernidad consistió en las concepciones adversas que circularon en torno a su desempeño como asalariadas.