¿En qué sentido el filósofo puede ser entendido como un productor? ¿Y en qué sentido el filósofo como productor incide de manera políticamente justa? El texto de Walter Benjamin Calle de dirección única puede inscribirse en la discusión sobre la concepción de la filosofía y el papel del filósofo, que se vincula a su vez con la manera de interpretar categorías centrales de la tradición marxista como son las de producción y fuerzas productivas. Numerosos textos de Benjamin participan –más o menos oblicuamente- en este debate, entre ellos “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” y especialmente “El autor como productor”. Dos de la tesis de esos textos son: uno, la ampliación del concepto de fuerza productiva al admitir la existencia de fuerzas productivas estéticas; dos, la idea de que el llamado arte de tendencia (o revolucionario) es políticamente justo si es literariamente justo y ello implica que es revolucionario si su técnica literaria lo es. Sostenemos que ambas tesis, si bien están referidas a cuestiones estéticas, se aplican también al modo de Benjamin de entender la tarea filosófica.