Plotino y Giordano Bruno son dos pensadores que, cada uno en su respectiva época, han llevado a cabo importantes innovaciones en la metafísica. Podríamos incluso afirmar, inspirándonos en el título del libro de Plutarco, que estos dos filósofos han pasado por “vidas paralelas” en no pocos aspectos o, por lo menos, vidas muy similares. En primer lugar, ambos se sitúan en periodos “fronterizos” para el canon historiográfico de la filosofía. Plotino, nacido en Licópolis durante el siglo III d.C., es un filósofo de la llamada Antigüedad tardía, etapa considerada “de transición” entre las filosofías antigua y medieval. Giordano Bruno nació en la ciudad italiana de Nola trece siglos después, en 1562. Llevó a cabo su producción filosófica durante las postrimerías del Renacimiento, ya casi en el inicio de la modernidad. Cronológicamente está tan cerca de la modernidad que apenas 41 años después de su ejecución en 1600 serían publicadas las Meditaciones Metafísicas de René Descartes, una de las obras fundacionales de la filosofía moderna según el canon.