El presente estudio viene a agregarse a distintos trabajos elaborados sobre los afrodescendientes de Buenos Aires durante la etapa tardocolonial y principios del período independiente, a través de la recolección y análisis de testamentos de morenos y pardos, para lo cual hemos revisado la serie completa de los Protocolos Notariales del lapso en estudio -la temprana época post-rosista-, conservados en el Archivo General de la Nación.
En aquellos trabajos ya habíamos advertido sobre el indudable valor que tienen los testamentos como fuente histórica, ya que nos brindan una innumerable cantidad de datos, desde los aspectos más generales (nombre, condición jurídica de los otorgantes, edad, estado de salud, filiación, formas de subsistencia, patrimonio, grado de alfabetización, la institución de herederos y la desheredación), hasta la información demográfica (sexo y calidad de los otorgantes, naturaleza, ilegitimidad, nupcialidad, natalidad, mortalidad infantil).
Sin embargo, tanto o más significativos son los aspectos religiosos que se desprenden de la lectura y análisis de esta fecunda documentación. Otorgar testamento era, precisamente, una ratificación de la fe católica. A través del mismo se buscaban los intercesores (la Virgen, San José -el Patrón de la Buena Muerte- y/o los santos), se encomendaba el alma, se expresaban los deseos sobre la mortaja, las formas de funeral y el lugar de enterramiento, se realizaban las mandas forzosas, se manifestaba la cofradía a la cual pertenecían, se hacían las mandas pías voluntarias (limosnas, donaciones, libertad de esclavos, etc.), y se ordenaban las cuestiones temporales en función del bien espiritual del testador (se saldaban o condonaban deudas, se satisfacían o perdonaban injurias, y se evitaban pleitos entre los futuros herederos), realzando el rasgo piadoso del hecho de testar.
Para el período en estudio (1852-1860), fueron 165 los documentos hallados: 151 testamentos nuncupativos o abiertos, 9 codicilos, 3 revocatorias de testamento y 2 memorias testamentarias. Debido a que algunos afroporteños otorgaron más de uno, y se encontraron testamentos de cónyuges, en definitiva son 146 personas a considerar. También analizamos testamentos otorgados antes o después del lapso tratado, ya fueran de algunos de los 146 considerados o de consortes o parientes de los mismos, sumando otras 28 piezas, es decir que en total son 193 documentos.