Los orígenes de la Unión Obrera Departamental se remiten al momento en que a partir del fracaso de una huelga de panaderos, se creó en 1918, en Concepción de Uruguay, Entre Ríos, la primera cooperativa de autoconsumo para beneficio de los hogares de trabajadores. Dicha entidad surgió con el nombre “El Despertar del Obrero”. Fue el pilar donde se asentó la tarea sindical y social que caracterizó en las décadas siguientes a dicha organización.
Conocida como “La Departamental”, fue el ámbito de encuentro de diversas organizaciones obreras y epicentro de reclamos, confrontaciones y campañas de solidaridad que se gestaron en el contexto local, vinculados con situaciones políticas regionales, nacionales e internacionales.
Los lazos de solidaridad que se generaron en ese espacio de dignidad y legítima representación frente al desamparo y la desprotección de los patrones y el Estado cimentaron un fuerte sentimiento de pertenencia entre los sujetos que participaron de estas iniciativas. Estos mismos lazos fueron la trama de una red que funcionó en diferentes “Comités de solidaridad con los presos políticos”, lucha contra la ley de residencia, comités de solidaridad con la República Española, ayuda a viudas y desocupados, relaciones éstas, que se propagaron a diferentes localidades de la provincia.
Como ejemplo de los espacios de participación de los trabajadores, se concibieron otras instituciones cuyas identidades estaban relacionadas con la Cooperativa Obrera primigenia. Entre los variados proyectos sociales emergieron la construcción de una cooperativa impresora, una cooperativa de préstamos, edificación de viviendas para familias de trabajadores, asesoramiento jurídico a los obreros sobre sus derechos gremiales, un frustrado policlínico sindical.
En el plano cultural se concretó la creación de una biblioteca obrera, una escuelita nocturna para facilitar el acceso a la alfabetización de adultos y jóvenes, una Universidad Obrera, un club de ajedrez, un grupo de coro, un grupo filodramático, hasta la organización de comparsas que participaban en la celebración de los Carnavales. Espacios e instituciones que dan cuenta de un proyecto social que extendió su mirada más allá de las luchas reivindicativas. Elementos que mantuvieron en el grupo de trabajadores sindicalizados una fuerte cohesión frente a los maltratos e intentos de avasallamiento del poder político.