El trabajo se propone mostrar, dentro del ámbito de la nueva geografía política, los cambios en las relaciones tradicionales entre América Latina (AL) y los Estados Unidos (EEUU) introduciendo las dinámicas emergentes que se producen debido a la relación creciente entre AL y China.
Efectivamente, las relaciones económicas entre China y América Latina han crecido de manera espectacular en las últimas décadas. A su vez, dicho proceso ha generado una escalada de expectativas en los Estados Unidos, en lo que ha venido a caracterizarse como el debate en torno a las “intenciones reales” del expansionismo chino en una de sus zonas de influencia hegemónicas (Riordan Roett y Guadalupe Paz, 2008).
Por eso, se trata de dilucidar las formas que adopta y las consecuencias económicas y políticas de este triángulo estratégico (Estados Unidos, China y América Latina). Para ello se asume por un lado que existe una considerable variación en la forma en la cuál la dinámica triangular se manifiesta a lo largo del continente, país a país; en segundo lugar, que la misma depende del contenido de los flujos comerciales y éstos de la complejidad de las estructuras económicas, políticas e institucionales.