A continuación presentamos las reflexiones que han emergido de una investigación anterior y que nos llevan a replantearnos nuevos interrogantes. Partiendo desde una mirada de la conformación de la estructura social en un contexto de cambios económicos, políticos y culturales, se indagó sobre cuáles son los elementos que los sujetos esgrimen para sustentar su posición en la estructura social, cómo esos elementos se relacionan con dichos contextos, y de qué manera esa conjunción configura, a partir de la interrelación entre lo estructural y la agencia, marcos de “certidumbre / incertidumbre” con respecto a la potencialidad de organizar trayectorias de movilidad social, al interior de la familia, y particularmente en las generaciones por venir.
Un eje que surgió en la mencionada investigación es la relación entre la trayectoria inter-generacional de clase, las recompensas recibidas y la intervención estatal en los procesos de estructuración social, con respecto a las percepciones subjetivas sobre quiénes son los responsables de responder a las contingencias de la vida cotidiana, a la cuestión social. Retomaremos ese análisis pero a la luz de pensar el modo en el cual las trayectorias de clase configuran percepciones diferenciales sobre las desigualdades (perspectiva meritocrática o socialización de los riesgos), y particularmente sobre los modos legítimos a partir de los cuales el Estado debe abordar la cuestión social, y consecuentemente los efectos que esas divergencias tienen en términos de la producción o desintegración del lazo social.